Chau Facebook, TikTok vs Twitch y Don't look up
Todo lo que querías saber del mundo de los influencers.
Hola, somos Juan Marenco y Natalia Alfonso y te presentamos Be Curious, un newsletter de Be Influencers. Acá vas a encontrar una recopilación de cosas que nos interesan, nos llaman la atención y, sobre todo, nos hacen pensar.
Top 3 de la semana
TikTok se lanza a competirle a Twitch: Si hay algo que iguala a las redes sociales es la obsesión por monopolizar y ser las número 1. En ese ambicioso camino aparece primero un diferencial, algo atractivo para el consumidor y, una vez posicionadas, la intención de sacar features similares a su competencia. El primero en hacer eso, con mucho éxito, fue Instagram quién copió las stories de Snapchat y logró ganarle la batalla y después Youtube quién, como hablamos la semana pasada, a fuerza de buena monetización en YT Gaming y Shorts, resulta muy atractivo para los creadores. Ahora es el turno de TikTok quién está lanzando su aplicación TikTok Live Studio, una aplicación de escritorio para hacer livestreaming, es decir una competencia directa de Twitch. En un momento donde la Web3 está queriendo imponerse a fuerza de descentralización, las plataformas siguen luchando por la concentración y la monopolización del tiempo de los usuarios. Vamos a ver quién gana.
¿Ahora sí le decimos chau a Facebook?: Sin temor a exagerar podemos decir que esta semana es una semana histórica para el mundo de las redes sociales: por primera vez en la historia desde su existencia Facebook declaró menor cantidad de usuarios activos en su último reporte trimestral. Según ese reporte cerca de medio millón de personas dejaron de usar Facebook durante estos meses. El problema para Zuckerberg tiene nombre y apellido: TikTok. El crecimiento exponencial de la app de ByteDance impactó directo en su principal competidor y es por eso que Mark está poniendo todos sus esfuerzos en el Metaverso.
1 de cada 3 Argentinos declara seguir influencers: Como todos los años, salió el reporte digital de Hootsuite y We Are Social, un informe que suele ser gran base para un montón de toma de decisiones. Este año, por primera vez, aparece una encuesta declamativa donde el 34% de los usuarios argentinos declaran seguir influencers. Posiblemente ese número real sea mucho más alto, pero ya lo declamativo dice algo interesante. El reporte tiene información muy relevante y el resumen hecho por Agustín Gimenez deja los mejores.
Cultura de la Influencia
¿Listos para ver una peli? Don’t Look Up es uno de los últimos productos de Netflix y ha traído opiniones cruzadas. En mi opinión, las razones de sus críticas son las que la hacen una muy buena película: lo exagerado, satírico y tragicómico de las situaciones que se van sucediendo en un escenario que no es de ciencia ficción y que, a grandes rasgos, podría pasar en la vida real.
Sin spoilers, Don’t Look Up es la historia de dos científicos que descubren un cometa gigantesco que impactará sobre La Tierra extinguiendo a la raza humana en 6 meses. A partir de allí tienen la difícil tarea de comunicarlo a las autoridades gubernamentales y a los medios de comunicación pero nada sale como esperaban. El Gobierno está demasiado ocupado en mantener la opinión pública y no quiere dar malas noticias (como que un cometa nos va a matar a todos) y los medios de comunicación están demasiado ocupados en entretener y suavizar noticias, dándole más importancia a, por ejemplo, los romances de las celebridades.
La película es una crítica a la sociedad estadounidense, y a las sociedades occidentales en general, en su conjunto y tiene varios puntos de análisis, pero hoy nos vamos a enfocar en uno en particular: ¿qué pasa con la información y cómo fluye en una sociedad en la que muchas veces las creencias individuales están por encima de la ciencia?
Masomenos en la mitad de la película, el cometa se hace visible en el cielo y los científicos que lo descubrieron piden a la gente a través de un video en redes sociales que simplemente miren para arriba para tomar conciencia de lo que está pasando pero pero pero las teorías conspirativas no tardan en llegar, mayormente impulsadas desde el propio gobierno, lo que podemos leer como una dura crítica a Trump y las razones del cierre de su cuenta de Twitter. De esta manera, se instalan toda una serie de fake news y el hashtag #DontLookUp, que le da el nombre a la película.
Haciendo un paralelismo con la realidad, a muchos de ustedes probablemente ya les resonó el movimiento anti vacunas y, una vez más, Spotify nos deja la ejemplificación perfecta. Durante los últimos días, Neil Young advirtió a la plataforma que su música no podía compartir espacio con Joe Rogan y su podcast The Joe Rogan Experience, acusado de difundir información falsa sobre el Covid 19 y las vacunas. Young denunció: ”Spotify se ha convertido en el hogar de peligrosa desinformación sobre el Covid. Mentiras vendidas por dinero”. ¿La respuesta de Spotify? Eliminó la música de Neil Young y todas las teorías apuntan a que la razón fue simplemente que el podcast de Rogan es el más escuchado en Estados Unidos. Polémico.
Como dice Mauricio Cabrera en su newsletter The Muffin, donde analiza detalladamente este tema, la cultura del fanatismo, de la adoración al individuo por encima de todas las cosas, nos está llevando a un terreno de peligro extremo. Esto nos plantea una serie de preguntas dificilísimas de responder y de llegar a un consenso: ¿hasta donde llega la libertad de expresión individual si conlleva un daño a terceros? ¿Está bien darles el poder a las plataformas de definir qué se puede decir y qué no, qué es verdad y qué no lo es? Abrimos el debate en los comentarios. ¡Los leemos!
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La mejor parte de las plataformas, en nuestra opinión, es la posibilidad que brindan a las personas de mostrar y exhibir su talento y ese es el caso de Julieta Bussot, una joven artista y muralista que, además, tiene su propia tienda online donde vende indumentaria intervenida con su arte.
El arte es algo difícil de definir, pero podemos decir que es una forma de expresión que genera algún tipo de emoción en el espectador, pero la digitalización progresiva de nuestras vidas está poniendo esto en discusión. ¿Acaso los Bored Ape Yacht Club o los CryptoPunks, que se venden en formato de NFT, son arte o son una serie de imágenes similares que brindan status a aquellos que pueden pagarlo? Bueno, el status y el arte siempre fueron de la mano y, por más idealistas que queramos ser, la monetización también porque un artista tiene que pagar las cuentas, ¿no? Pero, por otro lado, el debate es válido porque también es cierto que en este tipo de NFT Art la técnica o la intencionalidad de despertar emociones quedan relegadas a un template muy similar con una serie de detalles diferentes que hacen única a cada pieza.
Sea cual sea nuestra opinión, no creemos que el lienzo en blanco y las acuarelas vayan a desaparecer ni en el corto ni en el mediano plazo. Lo que nos muestra Julieta a través de su cuenta de Instagram no son solamente sus obras, sino todo lo que hay detrás de ellas: la inspiración, el proceso, las frustraciones y los logros. Julieta humaniza su arte y su trabajo y esa es la base de la creación de su comunidad de casi 70 mil personas.
Gracias por leernos, ¡hasta la semana que viene!