Hola, somos Juan Marenco y Natalia Alfonso y te presentamos Be Curious, un newsletter de Be Influencers. Acá vas a encontrar una recopilación de cosas que nos interesan, nos llaman la atención y, sobre todo, nos hacen pensar.
Top 3 de la semana
TikTok trae el historial: Si alguna vez te pasó de ver un TikTok que te llame la atención, pero no likearlo ni guardarlo ni compartirlo y después ya no lo encontrás y te angustiás y llorás y no podés más ahhh, bueno, no tanto, pero sí. TikTok ahora va a tener historial de vistas, zafaste.
China sigue regulando a las empresas de influencers: la búsqueda está atrás de que los contenidos no envíen mensajes incorrectos o con valores que el gobierno no quiera transmitir. Me hizo acordar a algo.
Substack se encierra: Substack, la plataforma de newsletters por la cual estamos enviando, por ejemplo, este, sacó una app de lectura de newsletters sólo para los que pertenezcan a su plataforma. Es decir, una herramienta potencialmente interesante para muchos usuarios que leemos múltiples newsletters se acota a los que se produzcan acá. ¿Es una buena noticia? ¿Qué está buscando? Probablemente crear una comunidad alrededor de sus creadores y facilitar la búsqueda, pero por otro lado encerrándose. Mmmm. Dudas.
Cultura de la Influencia
Si hay algo que dominó la cultura del siglo xx y principios del siglo xxi es el mainstream, una zona de confort permanente donde todos más o menos navegamos por el mismo lugar, consumimos a los mismos artistas, miramos las mismas películas y comemos la misma comida. El mainstream impactó tanto en la cultura popular que casi no importa en qué país estés ni en qué idioma hables ni la clase social que hay nombres y marcas como McDonalds, Marvel, Disney, Maradona o Coca Cola que automáticamente se transforman en un punto de conexión.
Internet y la Cultura de la Influencia están matando al mainstream.
Esta semana el mainstream mostró parte de su decadencia en la ceremonia de los Oscars, la segunda con menos audiencia de su historia que sólo no fue la peor gracias al cachetazo de Will Smith a Chris Rock que generó tanta conversación en Twitter y las redes sociales que elevó el rating. Es decir, Internet salvó a los Oscars de tener su peor transmisión histórica. Pero ¿por qué cada vez menos personas ven los Oscars? Por supuesto existen varias hipótesis y análisis que arrancan con que las nuevas generaciones no quieren ver contenidos tan largos, que son aburridos, que tenemos miles de distracciones que hacen que no logren interés, pero ¿alcanza solo con eso? Hoy esas mismas nuevas generaciones pasan horas mirando streams en twitch, videos larguísimos en youtube, escuchando podcast de más de 40 minutos y consumiendo TikTok por más de una hora y media por día.
Como dice este tweet de Dennis Hopper, el problema con los Oscar’s (y con toda la cultura mainstream) no es que antes las películas populares ganaban premios, sino que las películas premiadas solían ser populares. Es decir, hoy se nomina y se premia a películas que son vistas por muy pocas personas. ¿Por qué vería una premiación con películas nominadas que nunca vi ni voy a ver?
Como venimos diciendo acá, la Cultura de la Influencia trajo a una internet fragmentada, caótica y donde las subculturas y los nichos se multiplican y atraen a cada vez más personas imitando el comportamiento de los partidos políticos de izquierda de hace unos años, la ruptura de la ruptura de la ruptura. La diferencia con esos partidos es que hoy esos nichos y subculturas encuentran en plataformas digitales como Discord, TikTok o Twitch lugares de pertenencia donde poder expresarse, intercambiar información y relacionarse con otros grupos.
Esa caída del maistream tiene, por supuesto, resistencias de quienes están perdiendo su lugar histórico de fama y poder, pero también de las marcas que encontraban en ese lugar una forma fácil y segura de llegarle a sus consumidores. Pero esa resistencia es solo una nostalgia por algo que fue, ya no es ni será.
Hoy internet y la Cultura de la Influencia propone un territorio diverso, fragmentado, veloz (ya nadie quiere hablar del sopapo de Will, ¿no?) y trae miles de desafíos para enfrentar ese contexto.
Be Influencers recomienda
Desde acá, nos gusta mucho buscar joyitas de personas visionarias que, de una manera u otra, predijeron lo se venía con las plataformas digitales. Un ejemplo conocido es el de David Bowie hablando sobre el impacto de internet en 1999. Pero hoy no vamos a hablar de Bowie sino de Stromae, cantante, compositor y productor de origen belga. Tuvo su pico de fama en el año 2010 cuando sacó su tema Alors On Danse, que seguramente la mayoría de ustedes escucharon alguna vez, especialmente en el último año en TikTok. ¿Pero no es un tema que tiene más de 10 años? Sí, y de eso vamos a hablar hoy.
Hoy en día, es muy común que las producciones musicales estén pensadas para que peguen en redes sociales, especialmente en TikTok. Ya hemos hablado de la estrecha relación entre los charts de Spotify y la música en tendencia de TikTok o artistas como Lil Nas X cuya carrera despegó casi de la noche a la mañana gracias a esta plataforma. Pero en el último tiempo, Alors On Dance fue una de las principales tendencias en TikTok, usándose en más de 4 millones de videos que se subieron a la plataforma, como este.
Si nos ponemos a analizar la canción en profundidad, nos damos cuenta de que es una canción adelantada para su tiempo y que parece que fue pensada para TikTok, cuando TikTok ni existía. Hay dos cuestiones principales por las que podemos decir esto:
La estructura musical
Las canciones que entran en las tendencias de TikTok tienen diferentes cuestiones en común: una melodía pegajosa, un quiebre o breakdown particular que puede servir de transición o una letra divertida que hable de cuestiones cotidianas para que el usuario pueda sentirse identificado. En el caso de Alors On Dance, el éxito y su comeback en TikTok se relaciona con la melodía que es distintiva, muy fácilmente reconocible y que se repite a lo largo de toda la canción, además de su baile propio en TikTok que acompaña a esa melodía.
Video promocional
El lanzamiento de Alors On Danse en el 2010 fue acompañado de un video promocional o de making of que muestra el proceso de producción de la canción. Desde ese momento hasta hoy, es común ver que cada tanto se viraliza en Facebook, Instagram o TikTok y esto se debe a que tiene una estética y un lenguaje muy propio de las redes. No parece un video promocional que tiene más de una década, sino que parece estar armado para que se viralice en redes, como de hecho sigue sucediendo. Pero, ¿por qué? En primer lugar, por la estética súper sencilla del video pero, además, por el tono que se usa. Es un video divertido, gracioso de ver lo cual hace que conecte muy bien con el público. Es un video memeable.
Pero ¿fue pura coincidencia el comeback de Stromae a TikTok o una estrategia de marketing? Nos hacemos esta pregunta porque el artista estuvo inactivo durante varios años, pero volvió en el 2021 con un nuevo disco. No lo podemos saber a ciencia cierta, pero desde acá estamos del lado de que fue una brillante estrategia para reposicionar a Stromae de manera rápida y efectiva.
Si quieren profundizar más en esto, les recomendamos ver el video ¿Una canción meme? El extraño caso de Stromae. ¡Gracias Jose M por ser nuestra fuente de inspiración!
Gracias por leernos, ¡hasta la semana que viene!