Hola, soy Juan Marenco y te presento Be Curious, un newsletter de Be Influencers. Acá vas a encontrar una recopilación de cosas que nos interesan, nos llaman la atención y, sobre todo, nos hacen pensar. Nos tomamos dos meses sin mandar un news, ¿qué pasó? Ya les vamos a contar, ¡pero acá estamos!
Top 3 de la semana
¿Instagram se está dejando de preocupar por sus usuarios y creadores?: En la lucha por competir contra TikTok y en aumentar sus ingresos, Meta, la compañía detrás de Instagram está haciendo cambios permanentes y, por lo que estamos experimentando, creadores y usuarios son los más afectados. Por un lado, los creadores están viendo una baja cada vez más grande en su alcance y relevancia, por otro los usuarios ven cada vez más anuncios, tanto en stories como en el feed lo que lo transforma en una experiencia poco relevante e invasiva. Dando el beneficio de la duda quizás esta experimentación es parte de un cambio y son tan solo momentos turbulentos. Esperemos.
Un censo de influencers: Bueno, quizás un poco acotado, pero viene bien. Patreon, la principal plataforma para monetización para creadores de contenido, realizó un censo de creadores. Si te interesa ser un creador es información clave.
¿Bizarrap es un fenómeno sólo local?: Mirá lo que pasa cuando un DJ pasa un tema de él en una fiesta latina… en Alemania.
Cultura de la Influencia
Hace unos meses habíamos dicho que Spotify se consolidaba como una red social y fueron varios quienes opinaron distinto a nosotros con muy buenos argumentos, porque, al fin y al cabo, había algo de provocación en esa sentencia.
Spotify, como se dijo durante ese debate, no tiene ninguna característica tradicional de red social y para ser más una plataforma, pero, como también dijimos en su momento, su consumo es netamente social, conversacional y compartido y requiere de interacciones para potenciarse aunque esas interacciones no se den propiamente dentro de la plataforma sino fuera.
Nuestro amigo Sebastián García Padín llama a esto un Medio Digital al que define como una “plataforma digital donde hay contenido curado generado por la plataforma o por algunos miembros particulares y que puede compartido orgánicamente de forma digital”.
Pero no venimos a saldar esa discusión acá hoy así que lo dejamos abierto para que cada uno pueda sacar sus propias conclusiones. sino a abrir una nueva, o más bien, a traer la prueba de la conexión cercana y casi necesaria entre TikTok y Spotify.
Gracias a Sebastián Campanario llegamos a este estudio que examina qué pasa con las canciones en Spotify después de que se viralizan en TikTok. La conclusión ya se la imaginan, pero vale la pena verlo y analizarlo. El informe analiza 1500 canciones que se hcieron virales en Tiktok en 2020 y, luego de una limpieza, logra analizar a 125 artistas que se hicieron virales y que no tenían historia previo musical, es decir, que su viralización le estaba cambiando la vida.
Hay varios puntos interesantes que vamos a puntear:
Existe una linea directamente proporcional entre el audio siendo viral en TikTok y los streams en Spotify. Teniendo en cuenta que TikTok no paga a los artistas musicales, es en Spotify donde estos (y, ya vamos a ver, otros) pueden capitalizar ganancias.
Son los propios usuarios que, frente a un tema que les gusta en tiktok piden que esté rápidamente en Spotify para seguir escuchándolo.
Las reproducciones se muliplican, además, en la cantidad de playlist que se generan con audios de TikTok, el trend del trend. La mayoría de esas playlist son editoriales, es decir, propias de Spotify. Por lo tanto es el propio Spotify qué, atento a lo que pasa en TikTok, ayuda a viralizar esas canciones.
Por ejemplo JVAKE, un artista que empezó con 0 oyentes mensuales en Agosto de 2020 hoy tiene más de 9 millones mensuales, activos y su tema más escuchado, un trend de TikTok, tiene más reproducciones que, por ejemplo, Mariposa Technicolor, el tema más escuchado de Fito Paez.
Del Top 200 Artistas de Spotify del 2020, 50 eran artistas nuevos provenientes de TikTok.
La industria musical, a la cual se la criticó durante año por ser lenta y no aggionarse hoy está monopolizando las ganancias scouteando artistas en TikToky contratándolos.
De los 125 artistas que se estudiaron, el 46% decidió firmar contrato con la industria musical mientras que el resto se mantuvo independiente. Es decir, más de la mitad de los artistas decidió sostenerse por sí mismos porque entendieron que si podían ellos, ¿para qué necesitaban entregar parte de sus ganancias?
Hoy el artista que quiere monetizar en Spotify, con el crecimiento de volumen en TikTok tuvo que multiplicar sus habilidades como fotógrafo, editor, diseñador, estilista y necesita generar posteos de entre 3 a 5 veces por día para poder lograr esa viralización.
De los 125 artistas que fueron virales por primera vez en TikTok el 10% está tocando en festivales y eventos públicos lo que termina siendo, en realidad, el principal ingreso de los músicos.
La relevancia de este estudio es que establece aún más la sensación de la Cultura de la Influencia es un estado de la época que se perpetúa aún más y que es una especie de state of the art que no sabemos cómo y si terminará en los próximos años. Todo indicaría, por el contrario, que se profundizará más. Los artistas musicales son entonces hoy, no solo eso, sino que son editores de video, analistas de tendencias, fotógrafos, estilistas, es decir, son creadores de contenidos que requieren habilidades múltiples o equipos grandes para poder generar esa cantidad de contenido que les permita visibilidad, de ahí viralidad, de ahí reproducciones en spotify y de ahí, si pueden, tocar en vivo.
Está claro, además, que los músicos y las bandas ya establecidas intentan recorrer caminos similares y las vemos creando cuatro o cinco clips diarios de sus temas en vivo, de clips nuevos, de challenges en pos de revivir sus cuentas de spotify y atraer a un público más joven del que supieron tener.
Esta tensión y obligación por estar todo el día buscando la viralidad se ve en cada lanzamiento nuevo de un artista, en el Caja Negra de Emilia Mernes con Julio Leiva, él le pregunta respecto a si pensaba en TikTok cada vez que componía y ella dijo que no, que intentaba no hacerlo, pero que, por ejemplo, cuando apareció el encendedor como uso en Cuatro Veinte se dieron cuenta que iba a ser un gran challenge y lo potenciaron.
Estamos viendo un cambio enorme en la forma de producir, distribuir y consumir música que necesita de muchos actores, capacidades y plataformas para seguir creciendo. Seguiremos atentos a este fenómenos que, como ya se dieron cuenta, nos obsesiona.
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¿Conocías a @elcartonero_inf? Bueno, ¡conocelo acá! Si somos sinceros, conocimos a Alejandro, la persona atrás de la cuenta de TikTok hace muy poco tiempo. Alejandro se quedó sin trabajo, es cartonero y además está estudiando desarrollo web de forma autodidacta.
En su cuenta, que tiene videos con más de 20.000 / 30.000 views, cuenta su vida como cartonero y su búsqueda como desarrollador web. Además, como cuenta Matías Fernandez, ganó una beca en el #ProyectoDalto, una beca dictada por el Youtuber Lucas Dalto que enseña programación por Youtube con apenas 19 años.
¿Por qué nos parece importante?
En principio por algo que hemos hablado más de una vez acá: TikTok muestra una vez más tener una penetración popular que otras redes no logran. Claramente con el mismo celular que se utiliza para hacer TikToks se podrían hacer stories de Instagram o videos de Youtube, pero la facilidad de la herramientas sumada a la relevancia cultural de la plataforma hace que contenga tantos Working Class Heroes. Este fenómeno es a nivel mundial y lo vemos claramente en India, donde su prohibición, generó una especie de lucha de clases entre creadores de contenido.
Por otro, para hacer un doble click sobre cómo el propio ecosistema digital se retroalimenta, dialoga y genera oportunidades.
El caso de Alejandro no es el único ni es aislado, Clau y Maty son también cartoneros y en su cuenta con más 120 mil seguidores cuentan su vida y muestran además su música.
Como bien dice Agustín Eme, lo que logró TikTok a nivel marcario y en penetración cultural es un distintivo frente a sus competencia y algo a tener en cuenta.
Gracias por leernos, ¡hasta la semana que viene!