Trump y una nueva era de las Redes Sociales.
Todo lo que querías saber del mundo de los influencers.
Hola, somos Juan Marenco y Natalia Alfonso y te presentamos Be Curious, un newsletter de Be Influencers. Acá vas a encontrar una recopilación de cosas que nos interesan, nos llaman la atención y, sobre todo, nos hacen pensar.
Top 3 de la semana
Los influencers a la Casa Blanca: En un paso más de su pelea versus los medios y su afinidad con las redes sociales, Donald Trump permite que los creadores puedan acreditarse a las conferencia de prensa habituales y les da primera fila. No debería sorprendernos, pero es un gesto más en favor de los influencers. ¿El único tema? Aplicaron más de 7.400.
Instagram insiste en los likes: Pese a que compartidos o guardados suelen ser métricas más asociadas al interés, Adam Mosseri insiste en que los Likes son una métrica más relevante y que demuestra interés. Como veremos más adelante, Instagram está siguiendo la línea X en cuánto a la búsqueda de la atención y esta es una manera.
Se presentaron los TikTok Ad Awards 2025: Como todos los años, la plataforma ¿China? ¿Americana? publicó los resultados y tenemos a un representante argentino: Grido y su palito viral ganaron en varias categorías.
Cultura de la Influencia
¿Se imaginan el escándalo que hubiese sido si a la asunción presidencial de Trump hubiesen asistido los directivos de los principales medios como Fox o la NBC? Probablemente diríamos, y con razón, que roza lo anti democrático por el burdo partidismo que hubiese implicado. Pero no fue así. En su lugar, asistieron Mark Zuckerberg y Elon Musk, además de Jeff Bezos y Sundar Pichai ¿Hizo algo de ruido esto? Sí, pero más desde un lugar de sorpresa o incertidumbre que de crítica a un sistema corrupto. Por eso, hoy queremos reflexionar más a fondo sobre esto con ustedes y entender hacia dónde va este mundo loco en el que vivimos. ¿Vamos?
Parece ser que a las cabezas de las principales plataformas del mundo todavía se los percibe como empresarios y no como los principales creadores de narrativas que construyen nuestra visión del mundo. Ya nos hemos olvidado del escándalo de Cambridge Analytica o cuando a Trump le bajaron la cuenta de Twitter después de la toma del Capitolio.
Hoy, tan solo unos años después, Twitter se llama X y es manejado por Musk, el mejor amiguis de Trump, y parece ser que Zuckerberg se ha unido al grupo en el momento que publicó este video donde contradice todas las medidas que había tomado en años anteriores para Meta. Hasta hace poco, Mark decía que su principal prioridad para Meta era erradicar discursos de odio y fake news pero, desde que ganó Trump, decidió que todas esas medidas en realidad son censura, que “han ido demasiado lejos”. Dijo que quiere “volver a las raíces en pos de la libertad de expresión”, tal y como dijo Elon cuando compró Twitter. Por eso, Meta eliminará los fact checkers (igual que lo hizo X, de nuevo) y va a “simplificar” sus políticas de contenido y deshacerse de muchas de las restricciones.
Ojo, nosotros somos los últimos que apoyamos el status quo y que queremos que las cosas se queden como estén. Siempre criticamos a Mark y a Elon cuando lo creímos necesario, pero acá hay una cosa distinta y que nos parece preocupante. El apoyo de Elon a Trump no es ningún secreto para nadie pero, desde hace poco, el de Mark tampoco lo es. En el video impone agenda explícitamente criticando a China y quienes “van por las empresas americanas” y dice que Meta trabajará junto con el presidente Trump para suprimir esto. El video de Mark no es un video informativo sobre nuevas políticas de Meta, es un video político partidario que deja muy en claro “de qué lado está” su compañía. Y hablando de empresas Chinas, parece que se está barajando la posibilidad de que Estados Unidos compre TikTok, literalmente. No una empresa, sino el estado a través de un fondo soberano. Loco, ¿no?
De esta manera, Trump contaría por el apoyo de la tríada perfecta: X, Meta, TikTok. Y acá viene otro disclaimer. Nosotros hacemos este análisis de un lugar objetivo, sin importar si nos gusta o no nos gusta Trump. Analizamos un escenario en el que un presidente (que tuvo muchos problemas con las plataformas hace pocos años) genera alianzas con 2 de las principales plataformas digitales, con la posibilidad de comprar la otra más importante. Y no nos tenemos que olvidar que en un contexto de comunicación descentralizada, la conversación y la agenda se establecen de arriba para abajo y de abajo para arriba. Volvamos al inicio del artículo y preguntémonos qué pensaríamos de este mismo escenario pero con los medios de comunicación tradicionales. Trump tiene la posibilidad (y de hecho lo está haciendo) de marcar su agenda a través de X, Meta y potencialmente TikTok, las 3 principales fuentes de información para millones de personas. Nos guste o no nos guste esa agenda, esta situación es, mínimamente, moral y democráticamente cuestionable.
Vayamos al otro problema que tenemos acá: los extremos. Estás de un lado o del otro, sin matices y sin pensamiento crítico hacia el discurso contrario ni al propio, lo cual es lo más grave de todo. En los extremos, la racionalidad se esfuma y prima la emocionalidad. Se habilita la devoción ciega, casi religiosa, convirtiéndose en una cuestión más de fe. Citamos nuevamente la frase de nuestro amigo Tomás Balmaceda: la gente no quiere saber la verdad, la gente quiere tener razón. Estamos envueltos en una lucha infantilizada.
La falta de pensamiento crítico no es un fenómeno nuevo. De hecho tiene un nombre más técnico que es anti-intelectualismo: la hostilidad y desconfianza hacia el intelecto, los intelectuales y el intelectualismo, comúnmente expresada como menosprecio de la educación y la filosofía, así como el rechazo del arte, la literatura, la historia y la ciencia por considerarlas imprácticas, políticamente motivadas e incluso despreciables como actividades humanas. Este fenómeno se vio durante el siglo pasado, y lo vemos actualmente pero distinto: ahora hay internet, hiperconexión y sobreinformación. Sin ir más lejos, cuando a Trump le cerraron la cuenta de Twitter fue por fomentar teorías conspirativas sin ningún sustento y luego bueno, tan solo un intento de golpe de estado. En 1980, Isaac Asimov dijo: the strain of anti-intelectualism has been a constant thread winding its way through our political and cultural life, nurtured by the false notion that democracy means that my ignorance is just as good as your knowledge.
La verdad es que es difícil mantener una actitud positiva ante este panorama de extremos. Lejos quedó ese romanticismo por el futuro propio de mitades del siglo XX y hoy es dificil encontrar posturas que sostengan un futuro mejor. Lo que podemos hacer desde este humilde espacio es invitar a la autorreflexión y la autocrítica para, por lo menos intentar, encontrar los matices que nos unen.
Be Influencers recomienda
Si les interesa profundizar sobre algunos de los conceptos que planteamos más arriba, les dejamos 2 video-essays muy completos: The Dangerous Rise of Anti-Intellectualism y Is Gen Z ‘Too Woke’ Or Are You Just Too Dumb? (the rise of anti-intellectualism). El contexto de ambos es muy estadounidense pero explican muy detalladamente los fenómenos sociales que se están dando en USA y que, con los matices propios de cada región, se trasladan al resto del mundo. Súper interesante.
Gracias por leernos. Nos pueden encontrar en Instagram como @juanmarenco y @nati.alfonsoo. ¡Hasta la semana que viene!