La influencia de la influencia, influencers niños y el fin de Threads.
Todo lo que querías saber del mundo de los influencers.
Hola, somos Juan Marenco y Natalia Alfonso y te presentamos Be Curious, un newsletter de Be Influencers. Acá vas a encontrar una recopilación de cosas que nos interesan, nos llaman la atención y, sobre todo, nos hacen pensar.
Top 3 de la semana
Saluden a Threads que se va: Según las últimas estadísticas, Threads ya perdió a más del 80% de sus usuarios activos. Apenas nació nos preguntábamos si había espacio para un Twitter aesthetic en un mundo polarizado. Por ahora la respuesta es que no.
TikTok sigue con prohibiciones: Ahora fue NY la que prohibió el uso en celulares de la ciudad. Si bien esto no implica una gran baja de usuarios sigue siendo al menos particular como los gobiernos están tomando la decisión de prohibir la app en dispositivos propios. La pregunta sigue siendo si esto escalará a todo el país.
Hablando de regulaciones, los chicos: Illinois es el primer estado en regular el trabajo de los influencers menores. A partir de 2024 el dinero obtenido por el trabajo de los chicos deberá ser separado y guardado para ellos o los hijos podrán demandar a sus padres. Esto también reabre el debate sobre el uso de la imagen de los menores en las redes de los padres. ¿Por qué usamos a nuestros hijos sin su consentimiento? ¿Hasta dónde deberíamos poder hacerlo y hasta dónde no?
Cultura de la Influencia
Hoy, vamos a hablar de nuestro tema favorito. ¿Adivinan cuál? Sí señoras y señores: la influencia. Como casi siempre, vamos a empezar con una pregunta. ¿Qué pasa cuando una persona o un producto logran hacerse relevantes sostenidamente en el tiempo? La influencia después de la influencia.
Casualmente (o bueno quizás no tanto) el otro día nos encontramos con este video en Youtube: The Simpson and the Death of Parody. Es un video excelente que analiza la evolución de Los Simpsons como uno de los productos de entretenimiento más exitosos y longevos. Explica qué significan hoy Los Simpson, una serie que supo ser disruptiva y podríamos decir hasta rebelde, más de 30 temporadas después, y qué rol ocupa en la cultura pop y es un excelente ejemplo para desarrollar el tema de hoy. Siendo más o menos fans, todos vimos un capítulo y un meme de la serie de la familia amarilla, ¿no?
Para empezar, vamos a tomar un concepto central en el video: el significante flotante, o sea y dicho en criollo, algo sin contenido propio. El Diccionario de Oxford de Medios y Comunicación lo define como: significante con un significado vago, muy variable, inespecífico o inexistente. Tales significantes significan cosas diferentes para diferentes personas: pueden significar lo que su intérprete quiera que signifiquen. El video dice: cualquier producto puede tener el nombre de Los Simpson sin comunicar ningún significado particular. Cualquier compañía o político puede utilizar el nombre de Los Simpson como medio para su mensaje. Se abandona el significado del contenido en favor de lo visual.
Ahora bien, ¿implica esto algo necesariamente malo? Bueno, como todo es relativo. Desde un punto de vista, el producto flotante es muy rentable. Citando al video: cuando una franquicia es ampliamente conocida y tiene mucho capital disponible para publicitarse hasta el hartazgo, las compañías saben que sus productos van a venderse de todas maneras debido a lo populares que son. El show de Los Simpson en sí mismo es mera publicidad para continuar vendiendo productos relacionados a la serie, especialmente merchandising. Lo mismo podríamos decir de la película Barbie de Mattel. Sin embargo, si lo miramos desde una óptica de búsqueda creativa o disruptiva, es un embole. Lo dejamos a su criterio #JelinekAlert.
En caso que no nos hayan descubierto, hay una paradoja en todo esto que estamos diciendo. ¿Cómo puede ser que un producto tan relevante en la cultura como Los Simpson sea algo flotante, que no significa nada? Para responder esto, vamos a tomar 2 conceptos de Fredric Jameson, uno de los principales pensadores de la llamada cultura posmoderna: la parodia y el pastiche.
Parodia: contiene un impulso subversivo. Por ejemplo, Los Simpson nacieron como una parodia crítica de las sitcoms y de la familia tipo estadounidense de ese momento. La parodia se burla, se ríe de la norma, del status quo. La serie argentina División Palermo puede ser otro ejemplo. La serie hace una parodia de la corrección política a través del humor.
Pastiche: es la mera imitación sin crítica. Se acuerdan cuando hablamos de mimetización y citamos a Murrell diciendo: “desde el cine hasta la moda y desde la arquitectura hasta la publicidad, los campos creativos han sido dominados y definidos por convenciones y clichés. La distinción ha muerto. En cada campo que miramos, encontramos que todo se ve igual”. Bueno, va por ahí. El personaje de Homero Simpson, al hacerse tan popular, terminó siendo una imitación de sí mismo. Homero ya no es una representación de un padre bastante ausente que toma mucha cerveza a modo de una parodia crítica, sino que lo hace porque, justamente, es Homero y ese es su personaje. Deja de ser una referencia para transformarse en un código, en un fragmento cultural de sí mismo.
Lo que dice Jameson, entonces, es que en la cultura posmoderna la parodia es reemplazada por el pastiche. Algunos reflejos bastante claros de esta cultura del pastiche son TikTok, los memes o las infinitas remakes que tenemos en la industria cultural. Marvel y sus multiversos son un pastiche de sí mismos.
Creemos que la mejor respuesta a la paradoja que mencionamos antes es que vivimos en esta cultura del pastiche. Dice Jameson: “Con la fragmentación de la vida social y la cultura, cualquier norma percibida como dominante desaparece frágilmente, mientras la norma es reemplazada por muchos fragmentos culturales desconectados. De esta manera, se dificulta identificar si algo es una parodia o una variación estilística, si algo es una sátira o una mera imitación sin ningún intento crítico”. Esto es un síntoma de las sociedades hiperconectadas de este siglo. Hay un sentimiento un tanto esquizofrénico cuando entramos a TikTok y en menos de 1 minuto vemos una persona random haciendo un challenge, seguido de un político que muestra cómo se come un pancho, seguido de un video de gatitos. Ya en el año 2000, Matt Greonning, creador de Los Simpson, dijo en Times Magazine: “La televisión toca un tema, luego se aleja de él y nunca vuelve. Así, genera la ilusión de tener un punto de vista fuerte, pero el verdadero punto de vista de la televisión es que nada importa, porque el contenido será reemplazado en el próximo milisegundo por algo diferente, y luego reemplazado una y otra vez”. ¡Qué diría Greonning de TikTok hoy!
El verdadero problema con la cultura del pastiche viene cuando las instituciones que deberían contener política, social y económicamente a las sociedades se vuelven también en un pastiche. El video en cuestión cita al concepto de ideología del cinismo de Žižek: “La ideología predominante es la del cinismo; la gente ya no cree en una verdad ideológica; no toman en serio las proposiciones ideológicas. La distancia cínica es sólo una manera -una de muchas maneras- de cegarnos ante el poder estructurante de la fantasía ideológica: incluso si no tomamos las cosas en serio, incluso si mantenemos una distancia irónica, todavía las estamos haciendo”.
Hoy en día, muchas personas hacen un consumo irónico de los políticos. Existen cuentas de memes exclusivamente dedicadas a temas y personajes políticos. El consumo irónico es otro síntoma de estos tiempos. Los invitamos a googlear “gen z irony” y van a ver que hay bastante escrito sobre las particularidades del humor de las nuevas generaciones y su relación con la ironía. A Patricia Bullrich en TikTok le dicen la tía Pato y esta semana salió una nota en Infobae del CM de Milei.
¿Qué valor tienen hoy las palabras de un político que dice creer en el progreso de las personas o en la libertad de las sociedades en la cultura fragmentada del pastiche? Suena a significante flotante, ¿no? Si la parodia y su esencia crítica es reemplazada por el pastiche, volátil y acrítico, nos queda la ideología del cinismo, irónica. El famoso reír para no llorar.
Be Influencers recomienda
Vamos con 3 series que son tipo Black Mirror pero que no son Black Mirror (por si no vieron nuestra profunda decepción con la última temporada, está acá):
Soulmates (Amazon Prime Video): ambientada 15 años en el futuro, cuando la ciencia ha hecho un descubrimiento que cambia la vida de todos en el planeta: una prueba que te dice de manera inequívoca quién es tu alma gemela. Cada uno de los seis episodios contará con un elenco diferente y explorará una historia completamente nueva en torno a descubrir (u optar por no descubrir) los resultados de esta nueva prueba y el impacto de esos resultados en una miríada de relaciones. ¿Un dato de color? Actúa Shiv de Succession.
La chica enmascarada (Netflix): si tienen prejuicios con las series coreanas, este es el momento de sacárselos. Aunque la serie está estructurada de una manera en la que en cada episodio el protagonista es una persona distinta, cuenta la historia de una chica que, acomplejada por su apariencia física, se hace un alter ego por streaming usando una máscara, pero de una manera un poquito turbia. Lo dejamos acá para que la miren (jeje).
Mr. Robot (Amazon Prime Video): este es un clásico, pero no queremos dejar de recomendarla. La historia trata sobre Elliot, un programador podríamos decir cyberpunk que lucha contra el poder desde las sombras. No tiene desperdicio.
Gracias por leernos. Nos pueden encontrar en Instagram como @juanmarenco y @nati.alfonsoo. ¡Hasta la semana que viene!